En la industria textil el control de la humedad relativa del aire dentro de límites prefijados mejora la eficiencia del proceso y garantiza una mayor calidad del producto acabado. El nivel de humedad en el aire afecta a las propiedades del hilado y su facilidad de manejo.
Cuando el aire es demasiado seco, las fibras pierden elasticidad, son más sutiles y frágiles y tienden a romperse; además aumenta la fricción, que limita la fluidez de la máquina. Esto puede causar paradas de la máquina, necesidad de intervenciones manuales y, por lo tanto, reduce la productividad.
Mantener la humedad dentro de límites establecidos permite reducir también el nivel de polvo presente en el aire. Esto permite mejorar la calidad del ambiente donde son elaborados o almacenados los productos, eliminando el riesgo de que el polvo atasque los telares.
Un correcto nivel de humedad elimina el riesgo de acumulación de electricidad estática que hace más difícil la fabricación del material y en el límite puede causar daños a las máquinas.
También el aire demasiaco seco favorece el encogimiento de los tejidos. Mantener la humedad constante permite ser más fiable en el corte y dimensiones, aspecto fundamental por ejemplo en el fabricación de alfombras.
En algunos casos la maquinaria textil desarrolla mucho calor, lo que cause un indeseado aumento de la temperatura ambiental. Con este propósito los sistemas adiabáticos son la tecnología óptima, puesto que permiten humectar y enfriar el aire simultáneamente.
CAREL proporciona una amplia gama de humidificadores a vapor y adiabáticos, en un amplio rango de caudales y características. Los humidificadores adiabáticos funcionan atomizando el agua en millones de finísimas gotitas que al evaporarse espontáneamente absorben el calor del aire. Son sistemas con una alta fiabilidad y ahorro energético, los más evolucionados consumen apenas 4kW por litro de agua atomizada.
Humectar el aire con el fin de: